

Newell´s Old Boys es uno de los equipos más ganadores de la Liga Rosarina de Básquet, con 14 títulos, pese a que 12 fueron de forma consecutiva del ‘43 al ‘54, su último logró fue el bicampeonato del ‘77/’78. Este último, de manera invicta y llevándose el cuadrangular final ante nada más y nada menos que su clásico rival. Además llegaron al final Atalaya y Horizonte.
Durante diciembre de 1978, se disputó la ronda final del torneo superior de la Rosarina, presidida por entonces por Moises Azerrad. El conjunto rojinegro se adjudicó el torneo sin conocer derrota alguna y llevandose los dos clásicos finales.
Tal vez, recordar ese año, es ingrato para muchos, pero para el básquet leproso es una estrella en su vitrina. Era un país con Videla a la cabeza, y Martinez de Hoz en economía, que todavía festejaba el Mundial de fúbtol organizado en ésta tierra.
La lepra llegó al partido final con obligación de ganar y lo hizo. Tuvo un trámite ajustado, con parciales empatados, pero en los últimos 6 minutos, con su mayor experiencia pudo sacar la diferencia final de 70 a 63.
Esta ronda se jugó completa en Sportivo América, y la final tuvo una recaudación de $ 1.500.000, con un lleno total. Por ese entonces, el dólar valía $ 1.000 para poder sacar una mejor conclusión. En el mundo del espectáculo, en los mejores cines se estrenaba ese año la emocionante “Tiburón 2” y la soja estaba valuada en $ 19.500.
Volviendo al título leproso, que obtuvo con cierta facilidad y contundencia, derrotó claramente a Horizonte las dos oportunidades, al igual que a Atalaya por diferencias entre 15 y 20 puntos. El primer clásico de las finales fue también para el campeón por 96 a 70. Pasada la navidad, un 26 de diciembre Newell´s se quedaba con la última gran alegría en primera.
El plantel lo integraban: Barovero, Parolín, Angelone, Mac Donald, Barufato, Boccia, Correa, Montenegro, Sozzi, Gazze y Szemuda.
Durante diciembre de 1978, se disputó la ronda final del torneo superior de la Rosarina, presidida por entonces por Moises Azerrad. El conjunto rojinegro se adjudicó el torneo sin conocer derrota alguna y llevandose los dos clásicos finales.
Tal vez, recordar ese año, es ingrato para muchos, pero para el básquet leproso es una estrella en su vitrina. Era un país con Videla a la cabeza, y Martinez de Hoz en economía, que todavía festejaba el Mundial de fúbtol organizado en ésta tierra.
La lepra llegó al partido final con obligación de ganar y lo hizo. Tuvo un trámite ajustado, con parciales empatados, pero en los últimos 6 minutos, con su mayor experiencia pudo sacar la diferencia final de 70 a 63.
Esta ronda se jugó completa en Sportivo América, y la final tuvo una recaudación de $ 1.500.000, con un lleno total. Por ese entonces, el dólar valía $ 1.000 para poder sacar una mejor conclusión. En el mundo del espectáculo, en los mejores cines se estrenaba ese año la emocionante “Tiburón 2” y la soja estaba valuada en $ 19.500.
Volviendo al título leproso, que obtuvo con cierta facilidad y contundencia, derrotó claramente a Horizonte las dos oportunidades, al igual que a Atalaya por diferencias entre 15 y 20 puntos. El primer clásico de las finales fue también para el campeón por 96 a 70. Pasada la navidad, un 26 de diciembre Newell´s se quedaba con la última gran alegría en primera.
El plantel lo integraban: Barovero, Parolín, Angelone, Mac Donald, Barufato, Boccia, Correa, Montenegro, Sozzi, Gazze y Szemuda.
POR RODRIGO RINCON (Revista n°4 - BASQUET POCKET)
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