
“Me gusta mucho jugar al básquet, además hice bastantes amigos”, confesó el deportista de Mini. Conoció la actividad cuando llegó a Newell’s Old Boys a comenzar a prepararse, desde entonces ya pasaron dos años y su técnica mejoró notablemente. “El profe nos enseña para que aprendamos la bandeja, a usar la defensa y muchas cosas más”, expresó y admitió que le encanta hacer de todo, “defender, marcar, tirar”. Por su gran nivel en la categoría, Tomás fue convocado para prepararse y comenzar a participar de la U-13. “Como juego bien me llamaron para ir con chicos más grandes”, reconoció.
En el club no realiza otros deportes, pero en su hogar comparte momentos familiares a través de la música. “Toco la batería, arranque cuando tenía cuatro con las ollas de mi mamá y los cucharones de madera”. Los acordes se comparten y las melodías se entremezclan junto con los piques del básquet y las practicas semanales. “Mi hermana toca la guitarra”, exclamó Tomás. Un verdadero dúo de armonías jóvenes.
“En mi casa también me gusta mirar películas, mi papá me alquila unas buenísimas”, exclamó con emoción al recordar los films del videoclub ubicado a dos cuadras de su casa.
El jóven músico y básquetbolista sueña con participar de la máxima categoría del deporte, y poder competir a nivel nacional como las grandes estrellas. “Me encantaría poder llegar a jugar en la primera de Newell’s y en la selección. Me gusta como juega Emanuel Ginobili”, remató el pequeño Tomás Olivo.
REALIZADA POR GISELA RODRIGUEZ (Revista n°5 - BASQUET POCKET)
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