"GARRA Y CORAZON"
Entrerriano de Rosario del Tala, enamorado del básquet, y sueña salir campeón de la liga rosarina. Humilde dentro y fuera de la cancha, se autodenomina un jugador aguerrido y quiere luchar por sacar a Newell’s del fondo de la tabla. Seguro festejará con un Fernet de conseguir el objetivo con el pelo teñido.
Sus comienzos…
Empecé en mi pueblo, Rosario del Tala, por mis amigos a los 13 años, todos jugaban al básquet y yo era el único que jugaba al fútbol. Me decidí de grande. Allá sólo hay dos clubes, de una rivalidad muy grande, y es todo básquet, fútbol muy poco. Había mucha competencia, y tengo recuerdos lindos y muchos amigos.
¿Cuáles son las diferencias que notaste a lo largo de tu trayectoria?
De todo lo que vas pasando, te vas formando como jugador y como persona. De más chico se hace más hincapié en la amistad, aprender a compartir; y después empezás con lo que es en sí la competencia, que es lo que más te forma como jugador. Son otras exigencias, más competiciones que te hacen más maduro para entrar en cancha. De jóven sentís más los nervios, y después ya pensás en los resultados y te preocupas por otros motivos.
¿Qué profesores recordás?
Varios. Tengo más malos que buenos, pero bueno… (risas). Pero buenos, tengo a Hugo Davini, que fue el que me enseñó a jugar. No sé si lo hizo bien, pero me enseñó. Y después tuvo uno que me gustó mucho como enseñaba, se explayaba, que era Jesús Legaria, padre de Raymundo, jugador de Liga Nacional. A él lo tuve en Juventud Unida de Gualeguaychú. Él podía hablar 24 horas de básquet, tenía mucho conocimiento. Hasta el día de hoy seguimos hablando y somos amigos.
Una anécdota… Entre risas, recordó: Una vez con la preselección de Entre Ríos, teníamos 14 ó 15 años, fuimos a jugar un torneo, y nos escapamos de la concentración al boliche. Estábamos bailando y apareció el técnico a buscarnos. Nos juntamos un par y quedó un compañero solo bailando con una chica, y el entrenador le tocaba el hombro y él le decía salí, salí… y cuando se dio vuelta, nos juntaron y así quedamos todos afuera.
¿Qué cosa no te gustan del básquet?
Lo nocivo en cuanto que no se profesionaliza. Por ejemplo, uno se mata entrenando, los dirigentes se esfuerzan, y llegás a un partido y los árbitros no están al nivel de todo el trabajo que se hace. No me gusta cuando no se toma en serio todo lo que hay atrás del trabajo que uno hace.
¿Qué es lo más lindo de éste deporte?
Todo. Soy muy apasionado con todo lo que hago en el básquet. Entrar a la cancha, los amigos que te deja…dentro y fuera del deporte. Sentí grupos más unidos que en otros deportes como fútbol o tenis. Me identifico más con éste, me enamoré del juego.
¿LNB ó NBA?
NBA. Me gusta más. Los movimientos, la efectividad, el estilo de juego, todo, es la mejor liga del mundo.
¿Cómo llegaste a NOB y qué encontraste?
Fue muy loco como llegué. Este año no tenía pensado jugar. Y jugando con amigos, vino un hombre y me dijo, que trabajaba en NOB en la parte contable, y me propuso venir. Lo pensé unas semanas, y éste hombre me llamó, y le dije que sí, y al otro día vine. Me encontré con Daniel (Rodríguez), me probó, y me gustó mucho el trabajo. En cuanto a Newell´s… Newell´s es Newell´s. Cuando decís donde jugás todos se sorprenden. Está buenísimo, hay un montón de cosas que te motivan. Es un club grande. No hay más nada que decir. Y quiero seguir acá.
¿Cómo te describís como jugador?
Potente, más que talentoso (risas). Me gusta defender, no se si lo hago bien, pero me gusta. Y trato de jugar tranquilo en ataque, aunque a veces no se nota. Soy un jugador aguerrido.
¿Qué se hizo mal para estar en la última posición de la tabla?
Creo que nos faltó paciencia. Estamos en una situación en la que, si no te salen las cosas, te desesperás y se empiezan a notar cosas que si ganas no aparecen. La derrota trae a la luz todas esas “cosas malas”. Esto es un proyecto muy a largo plazo y hay que seguir trabajando duro y levantar la cabeza. No estamos lejos de cómo tenemos que estar pensando, con paciencia y tranquilos.
Promesa…
Si nos salvamos del descenso… me tiño la cabeza de cualquier color, Básquet Pocket pone la tintura…
Empecé en mi pueblo, Rosario del Tala, por mis amigos a los 13 años, todos jugaban al básquet y yo era el único que jugaba al fútbol. Me decidí de grande. Allá sólo hay dos clubes, de una rivalidad muy grande, y es todo básquet, fútbol muy poco. Había mucha competencia, y tengo recuerdos lindos y muchos amigos.
¿Cuáles son las diferencias que notaste a lo largo de tu trayectoria?
De todo lo que vas pasando, te vas formando como jugador y como persona. De más chico se hace más hincapié en la amistad, aprender a compartir; y después empezás con lo que es en sí la competencia, que es lo que más te forma como jugador. Son otras exigencias, más competiciones que te hacen más maduro para entrar en cancha. De jóven sentís más los nervios, y después ya pensás en los resultados y te preocupas por otros motivos.
¿Qué profesores recordás?
Varios. Tengo más malos que buenos, pero bueno… (risas). Pero buenos, tengo a Hugo Davini, que fue el que me enseñó a jugar. No sé si lo hizo bien, pero me enseñó. Y después tuvo uno que me gustó mucho como enseñaba, se explayaba, que era Jesús Legaria, padre de Raymundo, jugador de Liga Nacional. A él lo tuve en Juventud Unida de Gualeguaychú. Él podía hablar 24 horas de básquet, tenía mucho conocimiento. Hasta el día de hoy seguimos hablando y somos amigos.
Una anécdota… Entre risas, recordó: Una vez con la preselección de Entre Ríos, teníamos 14 ó 15 años, fuimos a jugar un torneo, y nos escapamos de la concentración al boliche. Estábamos bailando y apareció el técnico a buscarnos. Nos juntamos un par y quedó un compañero solo bailando con una chica, y el entrenador le tocaba el hombro y él le decía salí, salí… y cuando se dio vuelta, nos juntaron y así quedamos todos afuera.
¿Qué cosa no te gustan del básquet?
Lo nocivo en cuanto que no se profesionaliza. Por ejemplo, uno se mata entrenando, los dirigentes se esfuerzan, y llegás a un partido y los árbitros no están al nivel de todo el trabajo que se hace. No me gusta cuando no se toma en serio todo lo que hay atrás del trabajo que uno hace.
¿Qué es lo más lindo de éste deporte?
Todo. Soy muy apasionado con todo lo que hago en el básquet. Entrar a la cancha, los amigos que te deja…dentro y fuera del deporte. Sentí grupos más unidos que en otros deportes como fútbol o tenis. Me identifico más con éste, me enamoré del juego.
¿LNB ó NBA?
NBA. Me gusta más. Los movimientos, la efectividad, el estilo de juego, todo, es la mejor liga del mundo.
¿Cómo llegaste a NOB y qué encontraste?
Fue muy loco como llegué. Este año no tenía pensado jugar. Y jugando con amigos, vino un hombre y me dijo, que trabajaba en NOB en la parte contable, y me propuso venir. Lo pensé unas semanas, y éste hombre me llamó, y le dije que sí, y al otro día vine. Me encontré con Daniel (Rodríguez), me probó, y me gustó mucho el trabajo. En cuanto a Newell´s… Newell´s es Newell´s. Cuando decís donde jugás todos se sorprenden. Está buenísimo, hay un montón de cosas que te motivan. Es un club grande. No hay más nada que decir. Y quiero seguir acá.
¿Cómo te describís como jugador?
Potente, más que talentoso (risas). Me gusta defender, no se si lo hago bien, pero me gusta. Y trato de jugar tranquilo en ataque, aunque a veces no se nota. Soy un jugador aguerrido.
¿Qué se hizo mal para estar en la última posición de la tabla?
Creo que nos faltó paciencia. Estamos en una situación en la que, si no te salen las cosas, te desesperás y se empiezan a notar cosas que si ganas no aparecen. La derrota trae a la luz todas esas “cosas malas”. Esto es un proyecto muy a largo plazo y hay que seguir trabajando duro y levantar la cabeza. No estamos lejos de cómo tenemos que estar pensando, con paciencia y tranquilos.
Promesa…
Si nos salvamos del descenso… me tiño la cabeza de cualquier color, Básquet Pocket pone la tintura…
WALTER X 10
Otro deporte: fútbol
Música: rock nacional
Comida: milanesas con papas fritas
Una mujer: mi novia
Un sueño: salir campeón de la rosarina
Un juego: básquet
Un amigo: Santiago
Un ídolo: Manu Ginóbili
Una bebida: Fernet con Coca
Música: rock nacional
Comida: milanesas con papas fritas
Una mujer: mi novia
Un sueño: salir campeón de la rosarina
Un juego: básquet
Un amigo: Santiago
Un ídolo: Manu Ginóbili
Una bebida: Fernet con Coca
REALIZADA POR RODRIGO RINCÓN (Revista n°5 - BASQUET POCKET)
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